22 septiembre 2005

¿Por dónde empezamos?


Claro si el pajar era tan barato es por que necesitaba unos "pequeños" retoques. Como veis en la foto, el problema principal es que la pared de la fachada estaba casi derruida y la parte de arriba consistía en un cerramiento de uralita. Conclusión: lo primero es echar la pared abajo y volver a hacerla... ¿de piedra?
Nuestro bolsillo y Migel (un buen amigo arquitecto) nos sugirieron que mejor hacerlo de otro material. Finalmente optamos por los bloques de Termoarcilla, sobre todo por su facilidad de ejecución.

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