22 septiembre 2005

El alero


Cuando levantamos la pared de la fachada, lo único que queríamos era acabar de una vez e irnos a casa. No nos dimos cuenta de que el alero de la fachada se quedaba muy corto y esto repercutiría negativamente en ella.
Pensando, pensando, se nos ocurrió que podríamos alargarlo si prolongábamos las vigas atando otras vigas nuevas al lado de ellas.
Dicho y hecho: el pasado sábado nos pusimos manos a la obra. Abrimos agujeros en la pared de termoarcilla justo al lado de cada viga (menos la central que sobresalía lo suficiente), metimos unas vigas de pino de 15x15 y largo 200 y las atamos a las originales con tirafondos de 24 cm. Luego sólo nos dio tiempo de poner un olivo como se ve en la foto.
El fin de semana que viene acabaremos de arreglar todo el tejado.

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