Alero terminado y tejado a medias

Ya es lunes y me he incorporado al trabajo remunerado de lunes a viernes. El fin de semana hemos estado Jose Mari, Jaime y yo desde el viernes al mediodía hasta ayer en Aldealobos con el tema del alero y el tejado.
¡Por cierto! Creo que todavía no he contado que Ibane es una mezcla de Ibai e Irune, que son mis dos hijos y que va a ser el nombre de la "casa", cuando deje de ser pajar.
A lo dicho el viernes llegamos a Aldealobos y nos encaramamos al andamio, primero para sujetar las vigas que hemos embutido con tornillos de 240 y el supertaladro que me dejó Txernan de Zuyomar. A continuación comenzamos a entarimar el alero con tornillos, idea que desechamos al rato ya que el olivo original era irregular y era imposible amarrarlo con tornillo desde el andamio. Así que comenzamos a clavarlo y nos fue mucho mejor. Perdimos bastante tiempo y se nos hizo de noche sin acabar un lado.
La noche la pasamos en el Hostal Maite en Ausejo del que prefiero ahorrarme comentarios para no ser irrespetuoso.
El sábado vino Pedro, el albañil, y comenzó a cubrir con tejas el alero dejándolo muy muy muy bien (cómo se nota que es un buen profesional). Las tejas nos las cedió Álvaro que está arreglando la Iglesia del pueblo y que nos dijo no le valían porque son muy anchas y él necesita estrechas para montarlas sobre Onduline: miel sobre ojuelas. Mientras, Jose Mari hacía la masa y Jaime y yo terminábamos el alero.
Ayer domingo Pedro repaso el borde derecho del tejado recolocando y recibiendo las dos últimas filas de tejas y finalmente repasando todo el lado derecho tel tejado.
La semana que viene iré yo sólo a acompañarle a Pedro para terminar el tejado.